Jeremiah:4:5-31

val@Jeremiah:4:5 @ Denunciad en Judá, y haced oid en Jerusalem, y decid: Sonad trompeta en la tierra. Pregonad, juntad, y decid: Reuníos, y entrémonos en las ciudades fuertes.

val@Jeremiah:4:6 @ Alzad bandera en Sión, juntaos, no os detengáis; porque yo hago venir mal del aquilón, y quebrantamiento grande.

val@Jeremiah:4:7 @ El león sube de su guarida, y el destruidor de gentes ha partido; salido ha de su asiento para poner tu tierra en soledad; tus ciudades serán asoladas, y sin morador.

val@Jeremiah:4:8 @ Por esto vestíos de saco, endechad y aullad; porque la ira de Jehová no se ha apartado de nosotros.

val@Jeremiah:4:9 @ Y será en aquel día, dice Jehová, que desfallecerá el corazón del rey, y el corazón de los príncipes, y los sacerdotes estarán atónitos, y se maravillarán los profetas.

val@Jeremiah:4:10 @ Y dije: ¡Ay, ay, Jehová Dios! verdaderamente en gran manera has engañado á este pueblo y á Jerusalem, diciendo, Paz tendréis; pues que el cuchillo ha venido hasta el alma.

val@Jeremiah:4:11 @ En aquel tiempo se dirá de este pueblo y de Jerusalem: Viento seco de las alturas del desierto vino á la hija de mí pueblo, no para aventar, ni para limpiar.

val@Jeremiah:4:12 @ Viento más vehemente que estos vendrá á mí: y ahora yo hablaré juicios con ellos.

val@Jeremiah:4:13 @ He aquí que subirá como nube, y su carro como torbellino; más ligeros con sus caballos que las águilas. ¡Ay de nosotros, porque dados somos á saco!

val@Jeremiah:4:14 @ Lava de la malicia tu corazón, oh Jerusalem, para que seas salva. ¿Hasta cuándo dejarás estar en medio de ti los pensamientos de iniquidad?

val@Jeremiah:4:15 @ Porque la voz se oye del que trae las nuevas desde Dan, y del que hace oir la calamidad desde el monte de Ephraim.

val@Jeremiah:4:16 @ Decid á las gentes; he aquí, haced oir sobre Jerusalem: Guardas vienen de tierra lejana, y darán su voz sobre las ciudades de Judá.

val@Jeremiah:4:17 @ Como las guardas de las heredades, estuvieron sobre ella en derredor, porque se rebeló contra mí, dice Jehová.

val@Jeremiah:4:18 @ Tu camino y tus obras te hicieron esto, ésta tu maldad: por lo cual amargura penetrará hasta tu corazón.

val@Jeremiah:4:19 @ ¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las telas de mi corazón: mi corazón ruge dentro de mí; no callaré; porque voz de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra.

val@Jeremiah:4:20 @ Quebrantamiento sobre quebrantamiento es llamado; porque toda la tierra es destruída: en un punto son destruídas mis tiendas, en un momento mis cortinas.

val@Jeremiah:4:21 @ ¿Hasta cuándo tengo de ver bandera, tengo de oir voz de trompeta?

val@Jeremiah:4:22 @ Porque mi pueblo es necio; no me conocieron los hijos ignorantes y los no entendidos; sabios para mal hacer, y para bien hacer no supieron.

val@Jeremiah:4:23 @ Miré la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y los cielos, y no había en ellos luz.

val@Jeremiah:4:24 @ Miré los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruídos.

val@Jeremiah:4:25 @ Miré, y no parecía hombre, y todas las aves del cielo se habían ido.

val@Jeremiah:4:26 @ Miré, y he aquí el Carmelo desierto, y todas sus ciudades eran asoladas á la presencia de Jehová, á la presencia del furor de su ira.

val@Jeremiah:4:27 @ Porque así dijo Jehová: Toda la tierra será asolada; mas no haré consumación.

val@Jeremiah:4:28 @ Por esto se enlutará la tierra, y los cielos arriba se oscurecerán, porque hablé, pensé, y no me arrepentí, ni me tornaré de ello.

val@Jeremiah:4:29 @ Del estruendo de la gente de á caballo y de los flecheros huyó toda la ciudad; entráronse en las espesuras de los bosques, y subiéronse en peñascos; todas las ciudades fueron desamparadas, y no quedó en ellas morador alguno.

val@Jeremiah:4:30 @ Y tú, destruída, ¿qué harás? Bien que te vistas de grana, aunque te adornes con atavíos de oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en vano te engalanas; menospreciáronte los amadores, buscarán tu alma.

val@Jeremiah:4:31 @ Porque voz oí como de mujer que está de parto, angustia como de primeriza; voz de la hija de Sión que lamenta y extiende sus manos, diciendo: ¡Ay ahora de mí! que mi alma desmaya á causa de los matadores.

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